Berna, la encantadora capital de Suiza, es una deliciosa mezcla de historia, cultura y belleza natural. Su casco antiguo medieval, bien conservado y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, transporta a los visitantes al pasado con sus calles adoquinadas, edificios de arenisca y pintorescas fuentes. La torre del reloj Zytglogge, símbolo del patrimonio de Berna, añade un toque de fantasía con sus figuras animadas que representan un cautivador espectáculo cada hora. Pasea por las callejuelas empedradas, explora patios ocultos y empápate del ambiente mágico de esta encantadora ciudad.
Hogar de un gran número de museos y galerías, Berna presume de una vibrante escena cultural. Los aficionados al arte pueden deleitarse con las obras de Paul Klee en el Zentrum Paul Klee o profundizar en la historia suiza en el Museo Histórico de Berna. El amor de la ciudad por las artes se hace evidente en sus teatros y locales de música, que ofrecen un abanico de actuaciones para todos los gustos. Tanto si eres un aficionado a la historia, un entusiasta del arte o simplemente buscas inspiración, la oferta cultural de Berna te dejará una impresión duradera.
Los amantes de la naturaleza encontrarán consuelo en los paisajes que rodean Berna. La exuberante Rosaleda, con su caleidoscopio de flores, ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad y de los lejanos Alpes. Para disfrutar de una vista panorámica, aventúrate a subir al Gurten, una colina cercana a la que se puede acceder en funicular, donde podrás saborear vistas panorámicas y emprender excursiones panorámicas. La perfecta armonía de historia, cultura y naturaleza de Berna la convierte en un destino ideal que promete una experiencia inolvidable a cada visitante.